El proceso de la
eutanasia tal como se ha practicado en más de una cincuentena de pacientes
terminales que en forma consciente y voluntaria han redactado su CONSENTIMIENTO INFORMADO, o TESTAMENTO VITAL, en que
aceptan la inutilidad de los tratamientos médicos que mejoren su calidad de
vida y desean adelantar un inevitable deceso , que biológicamente puede estar
rodeado de indignidad y dolor, y se someten a un respetuoso, indoloro y rápido
proceso que evita prolongar el dolor del paciente y de sus seres queridos .
Este proceso consiste en
tener acceso al sistema venoso del paciente mediante una venoclisis por la que
se aplica un suero, y a través de este se inyecta:
Un sedante (generalmente
Benzodiazepínico), que produce un sueño casi inmediato en el paciente . (Lo
último que él siente).
Un anestésico general intravenoso,
en una y media a dos veces, la dosis necesaria para una laparotomía, para
anular respuestas reflejas.
Y finalmente un
despolarizador cardíaco, que al llegar al corazón produce una completa
relajación del músculo cardíaco con lo cual cesa el pulso y se inicia el deceso.
Todo este proceso tarda
entre diez y doce minutos, desprovisto de dolor para el paciente quien fallece
con placidez.
En este proceso, basta
con la expresión del paciente para iniciarlo, evitando que él mismo tome
medidas dramáticas o incomodas en su contra, dejando en manos del Médico , el
cumplimiento de su voluntad.
Dr. Gustavo A. Quintana
Me gustaria conocer nombres farmacuticos de despolarizadores cardiacos
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